Anteriormente mis compañeros y yo hemos trabajado en un
proyecto al que le dimos por nombre “Los cubos de Emilio”. Hoy el proyecto
continúa, crece, evoluciona. Para hablar de la actualidad voy a relatar los principios de este y su nacimiento.
En el año 2012 comenzamos a trabajar, de la mano de la profesora
Mercedes Sánchez, de la materia Lenguaje tecnológico III, estudiando al gran
arquitecto y diseñador argentino, Emilio Ambasz. Nos introdujimos en un mundo donde
la arquitectura y el diseño tenían nuevos principios, principios del “diseño universal”.
Emilio Ambasz |
El diseño universal se dirige a la creación de productos y
entornos de fácil acceso, para la mayor cantidad de personas posible. Sin la
necesidad de adaptarlos o rediseñarlos de una forma especial. Existen principios
del diseño universal, pero haré otro blog para hablar más detalladamente de
esto.
Al comienzo del proyecto se analizó una obra de este gran
arquitecto, “Casa de retiro espiritual”. El motivo fue sensibilizarse en la
primera etapa con las formas puras,
austeras y los materiales de texturas contrastantes que utilizaba, así como la
oposición de formas diagonales con curvas que estimulaban la percepción de las
personas.
Esto es una constante en sus obras tanto de arquitectura como de objetos ya que
también realizaba diseños industriales. Lo sencillo no quitaba su riqueza en el
diseño. Diseño también empapelados de pared con texturas y formas en relieve,
para que las paredes no fueran siempre lisas y monótonas. Ante todo fue y es un
inventor y un humanista. Para él detrás
de los objetos viven “rituales” que no son otra cosa que las acciones de todos
los días que se realizan con ellos, lo cotidiano, y es lo que les otorga
significado para las personas. El valor de los objetos entonces reside en las
acciones que se realizan con ellos, lo que generan. Para él, detrás de los
objetos, detrás de lo material está el diseño que los trasciende. La “magia”.
Se comparte y resulta de interés esta
visión de Emilio que al conocerla estimuló con su visión de la cosas a intentar
conectarse de manera más profunda con los objetos, con su significado y con aquello que va más allá
de lo material, de lo visible. A manera de “homenaje” y reconocimiento el
proyecto lleva su nombre.
Este proyecto interdisciplinario tuvo como objetivo sensibilizar
a las personas con las necesidades especiales de niños/adultos con problemas de
visión. El disparador es el diseño que contemple la diversidad de las personas
y su integración. Se trabajó con “Diseño
Universal”. Se realizó la producción de un juego tanto para
niños/personas ciegas como videntes. Se estudiaron varios ejemplos previos y se
propusieron alternativas. Luego se consultó su viabilidad con personal docente
de la Universidad Nacional de San Martín, Instituto de Ciencias de la
Rehabilitación y el Movimiento, Carrera de Terapia Ocupacional. Todos los
ejemplos tenían algo en común formalmente: los cubos. El instituto facilitó un
ejemplo como antecedente que consistía en un manual que representaba en 2D cubos que poseían diferentes texturas en
algunas caras cuya combinación generaba diferentes figuras abstractas (patrones). Debían componerse las
mismas con los cubos en “3D” (correspondencia
entre planta y volumen). Este juego era reproducción de un material de
una escuela para ciegos. Surge la propuesta de re-elaborarlo, previamente
analizándolo, aplicando los principios mencionados, convertirlo así en un juego
con visión integradora accesible a varios “usuarios” y estimular y/o potenciar
entre ellos los sentidos. Testeado por alumnos del colegio, público asistente a
ferias en las que fue presentado y en el Instituto Municipal de Ojos, Rehabilitación de
Baja Visión y Ciegos de Vicente López.
Presentación en la Feria de Ciencias Distrital 2013 |
Hoy el juego evoluciona y pasa a un nuevo nivel. Estamos desarrollando un proyecto basándonos en este anterior, relatando por este medio su transcurso y crecimiento. El próximo blog comenzare a explicar sus objetivos.
Presiento que este proyecto tiene un gran futuro.
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